Así, aunque por fuera puedas parecer la mujer que lo tiene todo bajo control, e incluso tu misma te creas esta fachada, de manera inconsciente ella te empuja a sostener más de lo que puedes y a cargar responsabilidades que no siempre te corresponden.
Puede que te cueste recibir cumplidos, aceptar apoyo o incluso delegar, porque una parte de ti siente que, si lo haces, pierdes autonomía o quedas en deuda.
¿Cómo puede estar interviniendo tu independiente interna en el día a día de tu negocio sin que apenas te des cuenta?
🪆Te cuesta pedir ayuda y acabas asumiendo tareas que te desgastan.
Querida, déjame que te cuente el quid de la cuestión:
Tu independiente interna no quiere bloquearte ni desgastarte; en realidad intenta protegerte. Quiere evitar que dependas de alguien que pueda decepcionarte, que te hagan daño o que pierdas tu libertad.
Pero en su intento de cuidarte, termina llenándote de cargas, alejándote de la capacidad de recibir y haciéndote creer que la única manera de expandirte es sosteniéndolo todo sola. Hasta que llega un punto en el que el cansancio es tan grande que lo único que deseas es soltar.
Por eso, aprender a escucharla sin dejarle el volante de tu negocio es clave para crecer con más disfrute y seguridad.
Estas dinámicas de autosabotaje son profundas; no se resuelven con un test, pero sí puedes empezar a desenredarlas poco a poco.
Si quieres seguir descubriendo cómo se mueven estas partes internas en tu negocio, quédate cerca de la casita de Inconsciente femenino: en mis cartas íntimas hablo de ellas una y otra vez, compartiendo historias reales que inspiran, conmueven y te muestran cómo transformar estas partes internas en auténticas compañeras de tu expansión.