Para que hacerlo hoy si aún puede esperar a mañana

La procastinadora interna

Tu procrastinadora interna es esa voz que siempre encuentra una excusa para dejar las cosas para después. A veces pospone tareas aburridas o poco atractivas, pero otras retrasa incluso lo que realmente deseas hacer.

Lo que busca no es sabotearte, sino darte un alivio momentáneo frente a emociones incómodas: aburrimiento, inseguridad, miedo al fracaso o incluso el riesgo de entrar en conflicto con alguien.

El problema es que, cuando ella está al mando, entras en un bucle: retrasas, te sientes culpable, te criticas, te estresas… y cuanto más pasa el tiempo, más difícil resulta empezar. Aunque te encante ese proyecto o servicio que quieres sacar adelante, misteriosamente siempre te encuentras ocupada en otras cosas menos relevantes mientras lo importante sigue pendiente.

Y así tu procrastinadora interna te mantiene en una sensación constante de caos y de estar llegando tarde a todo.

¿Cómo puede estar interviniendo tu procrastinadora interna en el día a día de tu negocio sin que apenas te des cuenta?

🪆Retrasas lanzamientos, ofertas o campañas porque nunca parece “el momento adecuado”.

🪆Empiezas proyectos con entusiasmo, pero te cuesta terminarlos.

🪆Pospones tareas importantes y luego trabajas bajo presión extrema para cumplir plazos.

🪆Te distraes con ocupaciones secundarias en lugar de abordar lo esencial.

🪆Pasas demasiado tiempo planificando sin pasar a la acción real.

🪆Evitas llamadas, correos o conversaciones clave por miedo al conflicto.

🪆Te sientes culpable y ansiosa por lo que tienes pendiente, lo que reduce tu energía creativa.

🪆Postergas decisiones importantes porque temes equivocarte.

🪆Pierdes oportunidades porque no llegas a tiempo con propuestas o solicitudes.

🪆Te comparas con otras emprendedoras que parecen avanzar más rápido que tú.

🪆Te convences de que “mañana lo harás”, pero el mañana nunca llega.

🪆Vives con la sensación de que nunca alcanzas todo lo que te propones.

🪆Tu autoestima se resiente porque sientes que no cumples lo que prometes

Querida, déjame que te cuente el quid de la cuestión:
 
Tu procrastinadora interna no quiere hundirte ni hacerte quedar mal; en realidad intenta protegerte. Quiere evitar que te expongas al juicio, que sientas frustración o que vivas el miedo a fracasar.
 
Pero en su intento de cuidarte, termina robándote la calma y alejándote de la confianza que necesitas para avanzar. Te hace creer que posponer te dará alivio, cuando en realidad te deja atrapada en un ciclo de estrés, culpa y pérdida de oportunidades.
 
Por eso, aprender a escucharla sin dejarle el volante de tu negocio es clave para crecer con más claridad y seguridad.
 
Estas dinámicas de autosabotaje son profundas; no se resuelven con un test, pero sí puedes empezar a desenredarlas poco a poco.
 
Si quieres seguir descubriendo cómo se mueven estas partes internas en tu negocio, quédate cerca de la casita de Inconsciente femenino: en mis cartas íntimas hablo de ellas una y otra vez, compartiendo historias reales que inspiran, conmueven y te muestran cómo transformar estas partes internas en auténticas compañeras de tu expansión.