Detrás de tu perfeccionista interna hay una niña con miedo. Dicho de otra forma, tu perfeccionista interna es un mecanismo de defensa para que no vuelvas a sentir ese miedo que una vez sentiste.
A qué tiene miedo exactamente aquella niña que un dia fuiste, solo lo puedes descubir tú si trabajas con tu crítica interna, pero aquí uno ejemplo para que entiendas un poco mejor como funciona este mecanismo de defensa:
Imagina una niña, vamos a llamarla por ejemplo Indra. Indra tiene 5 años y acaba de tener un hermanito o hermanita. Sus cuidadores están muy atareados y tienen muchísimo menos tiempo para jugar con ella. Cuando su madre saca un ratito para estar con Indra, celebra exageradamente cada pequeño logro que hace. Le dice : “¡Qué bien Indra, lo has hecho perfecto!”
En algún lugar del cerebro de Indra se hace la asociación entre aquella palabra que ella aún no acaba de entender del todo: “perfecto”, con ser vista por su madre, la persona más importante de su vida.
Indra en este momento de su vida tiene miedo por primera vez a ser reemplazada por alguien. Por su hermanita o hermanito. Y desde su perspectiva infantil aprende: “Si eres perfecta, lograrás la atención que siempre quisiste”
Se crea una perfeccionista interna para ayudarla a no sentirse nunca más reemplazada. Su perfeccionista interna le promete a esa Indra de 5 años algo así como: “Tranquila, sentirte así de reemplazada ha sido horrible. Ahora estoy yo aquí para ayudarte. Yo me encargo de que sigas siendo vista por mamá y por todas las personas que te importan. Ya sabemos cómo hacerlo: ¡Sé perfecta! Si se te olvida, yo te lo recuerdo.”
Tu perfeccionista interna te ayuda a su manera, siguiendo la lógica de la niña que un día fuiste
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