Detrás de tu complaciente interna hay una niña con miedo. Dicho de otra forma, tu complaciente interna es un mecanismo de defensa para que no vuelvas a sentir ese miedo que una vez sentiste.
A qué tiene miedo exactamente aquella niña que un dia fuiste, solo lo puedes descubir tú si trabajas con tu crítica interna, pero aquí uno ejemplo para que entiendas un poco mejor como funciona este mecanismo de defensa:
Imagina una niña de 4 años, vamos a llamarla por ejemplo Nara. Cuando Nara se porta “bien”, es decir, hace todo lo que su madre y padre quieren que haga, Nara puede sentir realmente todo lo que la quieren. Pero si se le ocurre salirse un poco de las estrictas reglas familiares … entonces oye rapidamente un “Me has decepcionado” y deja de sentir por un tiempo el calor familiar.
En algún lugar del cerebro de Nara se hace la asociación entre hacer lo que las otras personas quieren de ti y ser querida.
Nara en este momento de su vida tiene miedo por primera vez de no sentirse amada. Desde su perspectiva infantil aprende: “Si no les decepcionas, te seguirán queriendo”.
Se crea una complaciente interna para ayudarla a no sentirse nunca más en riesgo de perder el amor de sus seres queridos. Su complaciente interna le promete a esa Nara de 4 años algo así como: “Tranquila, decepcionar a mamá y papá se siente realmente horrible. No va a volver a pasar. Ahora estoy yo aqui para ayudarte. Yo me encargo de que sigas siendo amada por mamá y por todas las personas que te importan. Ya sabemos cómo hacerlo: ¡Haz lo que ellos y ellas quieren de ti! Si se te olvida, yo te lo recuerdo.”
Tu complaciente interna te ayuda a su manera, siguiendo la lógica de la niña que un día fuiste
Estáte atenta a mis email, pronto te lo desvelo