¡Venga, vamos, un poco más, un poco más rápido!

La productiva interna

Tu productiva interna es esa voz incansable que te empuja a hacer, hacer y hacer. Te convence de que si trabajas un poco más duro, si aprietas un poco más, alcanzarás por fin “el éxito.” Es como una capataz dentro de ti: si no estás produciendo algo útil, te acusa de vaga, incompetente o de estar perdiendo el tiempo.
 

A veces intenta motivarte con promesas: “cuando acabes esa lista interminable de tareas, entonces sí podrás descansar”.

Otras veces te mantiene en alerta constante: “si no te mueves más rápido, te quedarás atrás”. Lo que persigue es reconocimiento, respeto y amor propio a través de tu rendimiento y tus logros.

 

Pero en su empeño por llevarte al éxito externo, puede hacer que pierdas contacto con tus necesidades emocionales, con tus relaciones y con el placer de estar presente en lo que ya has creado.

Para ella, nunca es suficiente: siempre queda algo más por hacer, otra meta que alcanzar, otra casilla que tachar.

¿Cómo puede estar interviniendo tu productiva interna en el día a día de tu negocio sin que apenas te des cuenta?

🪆Trabajas muchas horas seguidas sin permitirte descanso real.

🪆Te cuesta disfrutar de tus logros porque enseguida piensas en lo siguiente.
 
🪆Vives con una lista interminable de tareas que nunca sientes terminada.
 
🪆Te comparas con la productividad de otras y sientes que siempre podrías hacer más.
 
🪆Te resulta difícil desconectar incluso en tu tiempo libre.
 
🪆Postergas el descanso o el placer con la promesa de “cuando acabe, ya podré permitírmelo”.
 
🪆Tu vida personal o afectiva se resiente porque priorizas siempre el trabajo.
 
🪆Te sientes culpable si un día no eres “suficientemente productiva”.
 
🪆Sufres agotamiento frecuente o síntomas físicos de estrés. Quizás ya hayas vivido o estés en camino de un burn out. 
 
🪆Rara vez te sientes plenamente presente: tu mente está en lo que falta o en lo que viene después.
 
🪆Tomas decisiones apresuradas por miedo a quedarte atrás.
 
🪆Buscas constantemente nuevos retos aunque ya estés saturada.
 
🪆Te resulta difícil sentir que ya es suficiente con lo que has hecho.

Querida, déjame que te cuente el quid de la cuestión:

Tu productiva interna no quiere agotarte ni alejarte del disfrute; en realidad intenta protegerte. Quiere evitar que te quedes atrás, que pierdas oportunidades o que no seas valorada.

Pero en su intento de cuidarte, termina robándote la calma, saboteando tu capacidad de estar presente y desconectándote del placer y del descanso. Al final, lo que más duele no es todo lo que haces, sino la imposibilidad de sentir que ya es suficiente.

Por eso, aprender a escucharla sin dejarle el volante de tu negocio es clave para crecer con más calma y placer.

Estas dinámicas de autosabotaje son profundas; no se resuelven con un test, pero sí puedes empezar a desenredarlas poco a poco.

Si quieres seguir descubriendo cómo se mueven estas partes internas en tu negocio, quédate cerca de la casita de Inconsciente femenino: en mis cartas íntimas hablo de ellas una y otra vez, compartiendo historias reales que inspiran, conmueven y te muestran cómo transformar estas partes internas en auténticas compañeras de tu expansión.